Hay que admitir que siempre hay algo en lo que nos fijamos cuando sentimos atracción hacia alguien, y es válido. Algunas personas admiten que los pechos son un atributo de fijación sexual, y nadie lo cuestiona. Entonces, ¿por qué debe uno sentirse avergonzado de sentir una fijación por algo más? Obviamente hay cosas que tenemos que saber para comprender en qué consiste el fetichismo y cómo practicarlo, porque sí, tienes derecho a experimentar esos pequeños deseos, así que prepárate y aprende con nosotros.
Primero que nada hay que saber identificar qué es un fetiche y qué es el fetichismo. Uno creería que es lo mismo, pero el fetiche por sí solo es la atracción o interés sexual por una parte del cuerpo específica o por un objeto, el cual nos causa excitación, mientras que el fetichismo viene siendo la práctica sexual que engloba esta fijación. No por sentir una atracción por algunas partes del cuerpo más que por otras, esto es necesariamente un fetiche, pues para que este lo sea debe provocar la excitación, a veces incluso solo con verlo. Sin embargo, para procurar que este fetiche no pase a una situación insana, hay que cuidar que toda nuestra satisfacción no dependa de esta fijación, practicar el fetichismo debe poder ser divertido, no una dependencia.
Con lo anterior comprendido, tienes que hacer las paces con los prejuicios del fetichismo, no es una vergüenza sentir una atracción sexual poco convencional, de hecho es muy común y puedes sacar ventaja de ello a la hora de compartir intimidad con tu pareja. Una vez que hayas pasado la línea de inhibición donde ambos se sientan cómodos con el otro y sus curiosidades salvajes, pueden comenzar a divertirse. ¿Te excita la lencería? ¿Algún arnés? ¿Actividades relacionadas más con las manos? ¿Alguna actividad no necesariamente relacionada con el sexo antes de llegar a ello? Hablenlo y pruebenlo, podría sorprenderles lo mucho que ayuda a calentar las cosas el tratar de explorar las necesidades más reprimidas del otro. Ese es el punto del fetichismo, aumentar el placer generando una estimulación extra a tu actividad convencional.

Para ayudarte a comprender qué tanto puede llegar a abarcar un fetiche y puedas comprender la naturaleza de estos, aquí te dejamos una pequeña lista de los tipos de fetiche que hay:
- Partes del cuerpo: Estas usualmente no están dirigidas hacia las partes del cuerpo comúnmente eróticas, tales como los genitales, o los atributos más convencionales como el pecho o las nalgas, sino más bien a partes como los pies, las manos, las orejas, el ombligo, etc.
- Características físicas: Estas son características pueden ser naturales como los lunares, las pecas, un color de cabello o de ojos, o artificiales como un tatuaje o perforaciones, en general una estética.


- Prendas y complementos: La ropa puede ser un gran impulsor del fetiche, cierto tipo de prendas como lencería, cierto material como el látex o el cuero.
- Objetos y prácticas: En esta, se gusta de emplear desde objetos comunes en los juegos sexuales como esposas, antifaces, etc. Hasta otros objetos como tacones, correas, o la utilización de objetos como espejos, y bueno, lo que tu imaginación pueda ayudar a encontrar.
Muy bien, ahora tienes la información necesaria para comenzar a experimentar con el fetichismo de forma libre y sin vergüenza, recuerda que cualquier tipo de práctica sexual debe poder ser liberadora tanto para ti como para tu pareja, hablen hacia donde son capaces de ir y diviertanse con ello, pero no olvides que tus experiencias sexuales no tienen que depender de una actividad en concreto. Ahora sí, ¡suerte con tu exploración!